¡Por fin he acabado este juego! Como fan incondicional de esta saga (no se me había notado nadita), me lo compré en cuanto pude, pero fue una mala época de demasiada pasta y tenía demasiados juegos a la cola. Viniendo de otros como Batman Arkham City o, sin ir más lejos, Resident 6, volver a un survival horror (más o menos), tuvo sus dificultades.
Os lo digo ya ahora: soy una maldita derrochadora. A mí la munición, si es un juego donde sobra, se me va de las manos (salvo que quiera una buena precisión a mayores). Encontrarme con un juego venido de una saga de survival horrors puros fue un shock de falta de munición.
Tengo algo en contra de África con respeto a películas y juegos (no me gustan esas ambientaciones, pero no tengo nada en contra del continente, ni mucho menos), y aun así se lleva una gran nota. Cuando tengáis la oportunidad de jugarlo, fijaos en los paisajes lejanos como el océano. Verdaderamente preciosos.
Centrándonos más en el modo de juego, como buen survival horror (repitamos lo de así así por si alguien me viene con lo de que desde el 4 han dejado de ser puramente survivals) no tienes nada más que tus armas. Adiós a los magníficos ataques físicos del 6. Si no estáis acostumbrados a juegos así y buscáis retos, nada más empezar tenéis una bonita emboscada de decenas de enemigos (aparece en la demo para ordenador si tenéis interés). Todo un reto gamer.
A partir de aquí es spoiler (¡SPOILER ALERT!). Si no queréis saber algo sobre la historia o los personajes, dejad de leer. No me responsabilizo.
A pesar de que Chris no es de mis personajes favoritos de esta saga (de hecho podría ponerlo como el menos favorito y me seguiría faltando espacio para rechazarlo), en este juego le he cogido mucho cariño. Si habéis jugado el Resident 4, probablemente os pase como a mí: ver a Chris con los movimientos de Leon o llevando el arma como Leon es todo un shock. Los sonidos también son los mismos, así que a mí me ha traído muy buenos recuerdos. A pesar de que Chris es un ex militar y trabaja para la BSAA, el juego no es tan militar como podría llegar a ser su campaña en el 6 (lo que me parece un puntazo).
En cuanto Sheva… en fin. Es un gran personaje, de hecho la adoro. Y en ciertos puntos del juego su cooperación puede ser extremadamente beneficiosa. ¡SIEMPRE Y CUANDO NO SE MATE! He perdido grandes puntuaciones por culpa de que se ha marchado a Cuenca mientras yo me quedaba recogiendo munición y se ha muerto porque a lo mejor se encontraba con 10 lickers ella sola. Un gran consejo es que la mantengáis en “CUBRIR” mientras no haya enemigos o queráis ir por libre sin su ayuda para que no la monte.
Cuando llegué al 6 y me encontré con las campañas cooperativas me pareció la mejor idea del maldito mundo. Así que cuando llegué al 5 y me encontré con un survival horror acompañado no pude evitar saltar en la cama (por favor, no os imaginéis cosas). Luego tenéis mas sorpresitas como el modo de llevar las armas y munición, la desaparición de las hierbas amarillas, las joyas y los emblemas de la BSAA.
Algo que siempre es gracioso comentar es como en el juego se dan casualidades, casualidades y, anda, no me lo puedo creer, justo lo que había pedido, ¡más casualidades! Por una razón o por otra, el resto del equipo nunca está. Muertos, perdidos, enganchados ya al GTA 5… aunque de casualidades en basan las historias.
Wesker. En serio. Wesker. Soy de las pocas personas (o muchas, si os digo la verdad no sé el porcentaje ni me voy a poner a buscarlo), que conoció esta saga por las películas y recordaba a Wesker de la película. Mi sorpresa fue MAYÚSCULA cuando vi que los esquives de la película los hacía también en el videojuego. Empecé a sudar sangre (¡”Maldito bastardo, déjate disparar como un p*** boss normal”!). Si sois de los que os gusta conseguir logros, enfrentaos a él la primera vez todo lo que queráis. Si simplemente queréis pasarlo bien y os agobiáis tan fácilmente como yo, escuchadle y veréis que simplemente tenéis que esconderos durante un tiempo (yo lo descubrí cuando me mató 7 veces y por fin le estaba dando golpes).
Jill, oh, Jill. Tenía muchísimas gana de jugar un Resident en el que saliera (no me atrevo con los primeros, son demasiado survival horror). Me queda la desilusión de no haber podido jugar con ella. Pero la escena en que se abre el escote no está nada mal (¡grrr!).
En cuanto a enemigos, no echaba nada de menos las motosierras del 4 o los negros tochos de las metralletas (en este juego te encuentras con sus digievolución roja). Pero sí que tenía curiosidad por los famosos lickers. Los enemigos genéricos son como los del 4, básicamente (me acabo de dar cuenta mientras escribía). Al principio tienes los aldeanos o indígenas cutres con dinamita, machetes, etc. Más adelante, cuando avanzamos en la historia, nos encontramos con los mas allegados a Wesker que disponen de armas de fuego (estos me resultan terriblemente aburridos en este tipo de juegos). Es un juego… relajado y ajetreado. Relajado porque yo hasta llegar a Wesker no tuve ningún problema para avanzar sin muertes (no contemos a la petarda de Sheva). Ajetreado porque en ningún momento tienes respiros. Son MUY pocos los lugares o pasillos que llegues de puerta a puerta y no te encuentres a nadie y hay un gran número de jefes y subjefes con un cierto nivel de complicamiento.
El final parece bastante cerrado, pero en estos juegos nunca se sabe. También Jill estaba muerta (bueno, y Wesker), y miradlos tan campantes. A lo mejor de repente nos llegan en el 7 con que Leon (ya jubilado porque a los 36 años no sé que hace trabajando en esto aun), le toca pegarse con Wesker. Pues me lo creo.
Que manera de liarme. Yo os iba a decir que el juego es genial, que os lo compréis (por favor, no lo pirateéis. Entiendo que lo bajéis para probarlo, pero si el juego merece la pena y el precio es razonable, hacedle ese honor a Capcom) y que ojalá seáis mejores que yo en la saga Mercenaries porque ya he asumido que jamás desbloquearé nada en ningún Mercenaries de ningún Resident.
¡A jugar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario