Se ha ganado por fuerza mayor el sticker, por conseguir petarlo incluso más que la primera temporada. La empecé con un poco de miedo, soy consciente de que una serie no puede vivir únicamente de desfases, necesita una cierta historia y muchas meten la pata. Pero puedo decir (muy aliviada), que ha conseguido superarse.
Partimos de un pequeño cliffhanger que nos dejó con muchas ganas de más. Y han sabido hacer que queramos más y no se oigan resoplidos tipo: oh, vaya, así que la oscuridad vuelve, qué cosas.
Han llevado el estilo Hollywood de las secuelas a esta temporada: utilizar todo lo que funcionó en su momento y multiplicarlo. Es mucho más gamberra, con más humor y más gore, pero también avanza la historia y eso es lo interesante. No se ha quedado a dos aguas, ha sabido conectarlo todo, incluyendo las películas antiguas (como ya pasó en la primera temporada). Y en los últimos capítulos podemos ver lo que podríamos llamar fragmentos inéditos de la primera película.
Son tan solo diez capítulos con duración variable (entre 20 y 50), que pasan verdaderamente rápido, sin momentos aburridos (aunque falte acción). Y sobre todo se nota mucho cariño por toda la historia que hay detrás.
A partir de aquí habrá tantos SPOILERS que os sangrarán los ojos... o no.
Esta vez Lawless tendrá un papel mucho más importante y presencial (+1).


Cuando Ash vuelve a su ciudad natal vemos que todos le odian y le han puesto motes porque se cree que él mató a su hermana y amigos. Es algo que no había pensado pero que resulta del todo lógico. Nadie cree una historia sobre libros mágicos a primeras, así que es un buen detalle (+1).

Y, finalmente, el regreso a la cabaña, conocer a los dueños, saber que ocurrió allí horas antes de que Ash entrase por primera vez... ha sido volver a las películas y me ha encantado (+1)
Si todavía no os habíais decidido a verla, ya no tenéis excusas. Se avecina una tercera temporada que seguramente de mucho de qué hablar ♥
No hay comentarios:
Publicar un comentario