agosto 03, 2016

El día que me clavé un trocito de metal en el ojo


Os cuento esto pocas horas después del que parece un afortunado final feliz para esta historia porque quiero recordar bien todo lo ocurrido ya que me parece digno de contar.

Generalmente, cuando se nos mete algo en el ojo no damos mucha importancia, lo frotamos, lo abrimos, lo dejamos llorar y ya saldrá cuando salga, que en la mayoría de casos suele ser a los pocos minutos (a las pocas horas si tenemos mala suerte).

Pero el caso es que ayer mientras conducía (algo terriblemente peligroso) empecé a notar molestias en el ojo. Esta es la parte inexplicable porque no tenía corrientes de aire hacia la cara, pero algo me entró en el ojo. Yo lo notaba con mucha claridad porque, como hoy sé, el trocito de metal era considerablemente grande. Intenté sacarlo de todas las formas, pero cuanto más lo intentaba peor parecía estar mi ojo. Empezaba a ponerse muy rojo y me daba miedo, así que lo dejé estar, pero la basurilla se me movía por todo el parpado superior y a veces se colocaba en zonas donde resultaba terriblemente doloroso. 

Al llegar a casa intenté mirarme en mil espejos, mil posturas, con mil luces diferentes y ni yo ni mi madre fuimos capaces de ver absolutamente nada. En este punto ya no me daba problemas ni tocar el ojo o doblar el párpado... lo que fuera con tal de sacarlo. Pero como no veíamos nada decidimos esperar, quizás solo era una conjuntivitis o algo así (por supuesto que no lo era).

Aquí viene la parte en la que cometí el mayor error y es que me fui a dormir aun sabiendo que algo se movía en mi ojo. Jamás hagáis eso porque os puede pasar precisamente como a mí: la presión del párpado y la postura pueden hacer que la basura que se os ha colado se clave en el ojo. Yo no noté la diferencia en mi ya malherido iris, lo que sí vi al despertarme fue el párpado superior bastante hinchado. Tenía que decidir rápido y antes de ir a urgencias preferí ir a la farmacia de mi calle donde mi madre me avisó que trabajaba un buen oftalmólogo.

No sé como estoy tan ciega, porque nada mas decirme "mira hacia arriba" dijo: está ahí, un trocito de metal. ¿Cómo demonios puede verlo él en un segundo y yo tirarme 12 horas rebuscando en el ojo y no ver nada? Me ha hecho dudar de si necesito llevar gafas. Sacarlo fue un poquito complicado, porque mi ojo ya estaba muy irritado y encima el párpado se cerraba solo, pero él supo hacerlo muy bien y desde aquí le vuelvo a dar las gracias.

Con todo esto quiero deciros que si alguna vez notáis molestias en el ojo, sé que es una putada, pero id a verlo. Soy la primera que os dice que si puedo quedarme en casa y esperar que se pase, lo haré, pero esto podría haber acabado peor para mí. Ahora mismo aún no noto demasiado alivio, pero desde luego que si vuelvo a notar otro pinchazo iré corriendo a la farmacia.

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